Copio unas líneas de este conocido libro que acabo de empezar a leer. Me ha sorprendido encontrar en la página 19 de este libro algo que vengo rumiando en la cabeza y a lo que trato de dar forma sin mucho éxito.

La mayoría cree que la clave para la propia influencia es la comunicación, exponer con claridad las propias opiniones y hablar con persuasión. Pero si lo piensa con detenimiento, ¿no cree que cuando otros están hablando con usted, en lugar de escucharles realmente para tratar de comprender, muchas veces está ocupado preparando su respuesta? La influencia empieza, de hecho, cuando otros sienten que usted se abre a la influencia de ellos -cuando se sienten comprendidos por usted-, cuando sienten que ha escuchado con atención y sinceridad, y que está abierto. Pero la mayoría de la gente es demasiado vulnerable emocionalmente para escuchar atentamente, para postergar sus propios asuntos el tiempo suficiente para concentrarse en comprender antes de comunicar sus propias ideas. Nuestra cultura reclama, exige incluso, comprensión e influencia…
Agradezco aportaciones, quejas, comentarios…
Buen verano!
Jesús Vélez