Dicen que para transmitir un mensaje, es necesario ocupar un lugar en la mente del destinatario. En su libro Enseña como un Pirata, Burgess propone «ser tan diferente y excepcional que hablen de ti«. En post anteriores hablamos de esto, pero en este lo simplificamos a fijarte un objetivo, un estándar, y ser coherente con él: haciendo lo posible para no traicionar tus ideales, nunca.
Hay autores, compañeros, gurús, formadores… hay muchos para los que educación es sinónimo de ambiente serio, adusto. Para ellos no cabe pasarlo bien dentro de un aula. Personalmente, si me tengo que levantar cada mañana, intento que sea para disfrutar con mi trabajo. Aunque a lo largo del día nos crucemos con personas con mala cara, pienso que la sonrisa aporta. Trabajar en un ambiente alegre no tiene nada que ver con aquellos lugares tóxicos de malas caras.
Pasarlo bien en el trabajo tiene la capacidad de transformar. Saber reírse, disfrutar, pasarlo bien, ver lo positivo, disfrutar cada momento. Son actitudes que nos pueden llevar a aprender a aprovechar las ocasiones que se presenten para difuminar la línea que separa la educación del entretenimiento: porque sí que es posible pasarlo bien mientras se aprende. Y viceversa: es posible -y añadiría que necesario- pasarlo bien mientras se enseña.
Es posible -y añadiría que necesario- pasarlo bien mientras se enseña.
Piensa en tu aplicación de navegación. Cuando no tomas la ruta indicada, reformula, replantea, recalcula, cuantas veces sea necesario, pero lo importante es que llegues al destino que has introducido.

Puede que tengas alumnos antisistema en clase. Pueden ser antisistema de forma natural o que les haya ocurrido algo que les haga estar reacios a a tus propuestas. En este punto, tengo que decir que nunca me he encontrado con alumnado antisistema (puede que lo haya, pero no lo conozco). Si que he tenido en clase a alumnos con problemas en casa; en algún caso, problemas serios.
En cualquier caso dependiendo de la información que tengas deberás decidir si dejar pasar esa actitud más pasota o afrontar directamente el problema. Lo interesante, una vez más, es saber qué haces tú para evitar esa situación. ¿Qué puedes hacer por ganarte a tu alumnado? Si anteriormente has logrado ganarte su confianza, podrás transformar esa actitud negativa. En caso contrario serás incapaz de romper esos prejuicios hacia la tarea.

Un comentario en “Enseña como un pirata (6/7): TRANSFORMACIÓN”